Museo Pontevedra

Los símbolos tienen la función de representar muchas cosas y matices diferentes y, al mismo tiempo, deben ser exclusivos para aportar un valor patrimonial. Y ese fue para mí el gran reto, crear una identidad que se incorpore a la ciudad. Porque creo que, en Pontevedra, museo y ciudad son complementarios, algo que normalmente no sucede y considero que es una característica importante de este museo. No es simplemente un edificio, sino que son varios edificios que se expanden por la ciudad de forma orgánica… Mientras visitas uno y otro, cruzas las calles y los soportales y te das cuenta de que, en realidad, toda la ciudad es un museo. De alguna manera, esa fue la representación que Alejandro de la Sota hizo en su dibujo, en 1942, y que fue utilizado hasta ahora como identidad. De la Sota dibujó la ciudad…; ahora, con un lenguaje diferente y nuevos códigos, he querido transmitir lo mismo.

 

Postais-Museo Pontevedra

 

Bolsa Museo Pontevedra

 

Para diseñar el símbolo, partí de formas reconocibles y emblemáticas de Pontevedra, esas formas que se repiten en la arquitectura o en la orfebrería desde hace miles y miles de años. Así nos lo comunican piezas como el tesoro de Caldas de Reis, con objetos como el peine, un elemento de uso cotidiano que encontré mientras investigaba en las obras del museo; recuerdo que pensé –supongo que influenciada como estamos por la COVID, con todo lo que tocamos– ¿cómo serían las mujeres que usaban esos peines? ¿Por qué un elemento de uso cotidiano, al que normalmente no le damos importancia, acaba por convertirse en un tesoro cultural?

Ese hilo fue lo que me ayudó a construir este símbolo, una letra “M” que duda entre ser mayúscula o minúscula y acabó siendo las dos cosas: mayúscula como la relevancia del museo que representa y, al mismo tiempo, una minúscula que transmite proximidad…